12 de marzo de 2006

un día en mi vida.


todo en la vida de X seguía siendo lo mismo, la misma soledad, el mismo curso, la misma vida monótona y aburrida. sus mañanas seguían siendo largas, sus tardes aletargadas, sus noches melancólicas. todo en la vida de X seguía siendo lo mismo.



X se levanto como de costumbre sudoroso y agitado, él sabia ke había soñado algo pero no recordaba ke era, el sabia ke había tenido una pesadilla pero no sabia la causa de su temor. miro por un momento el techo blanco de su habitación y llegó a la conclusión ke no había soñado nada, ni sikiera había tenido una pesadilla, su estado nervioso se debía al deseo reprimido ke desde hace muchos años tenia en su cuerpo. hacia seis años ke no besaba a una mujer, hacia seis años ke no gozaba carnalmente de una mujer, hacia seis años ke no abrazaba ni calmaba su soledad con una mujer. todo en la vida de X seguía siendo lo mismo.

salió de su cubil oscuro, su cuchitril siempre paraba en tinieblas, él había pegado papel periódico a los vidrios de su ventana y había puesto un oscuro trapo como cortina. no entraba la luz del día ni las luces de neón de las noches. su reloj biológico media las horas por sus estados de animo. cuando se sentía nervioso, sudoroso y perdido era de mañana; cuando él se sentía calmo meditabundo y lleno de recuerdos era la hora de la tarde; cuando se sentía solo, triste y con ganas de llorar y de abrazar a alguien era de noche; cuando abría los ojos desesperado tratando de recordar lo ke no recordaba era de amanecida. Y el paso de los días, meses y años él los media por desgracias espirituales. todo en la vida de X seguía siendo lo mismo.

salió de la habitación y la luz del sol lo lacero, él trataba de ocultarse, cual Vlad Drácula del día, pero no pudo, las calles por las mañanas andan desnudas y no pueden esconder a almas débiles y medrosas como la suya. camino hasta el paradero, subió a la combi y se sentó atrás en el ultimo asiento, donde siempre iba. su ritual era el mismo. miro por la ventana esperando ver a una mujer ke lo viera y le sonria y suba a la combi y se sentara junto a él y ke le cogiera la mano y le dijera: "hola X, siempre he esperado por ti, siempre te he amado. vamos a estar juntos y viviremos felices los dos. nunca mas te faltara nada. yo lavaré tu ropa, te cocinaré y te amaré. kiero ser tu esposa. tu manejaras mi vida. siempre ke te sientas solo, tomaré tu mano, tu besaras mi frente y abrazados los dos te dire ke todo va estar mejor. seré solo para ti, nunca habra otro hombre. toda mi vida te seré fiel. escucharemos música, compraremos libros, iremos al cine y tu me leeras cada noche las cosas ke escribes. camineremos tomados de la mano y en algún rincón tu me robaras un beso furtivo y seremos dichosos como nunca lo fuimos "... pero él sabia ke eso nunca sucedería. siempre era el mismo sueño, la misma escena de una película clase B. todo en la vida de X seguía siendo lo mismo.

bajo a una cuadra de Tacna. camino por colmena, el inclemente sol tostaba todo, el sudor ke corría por su cuerpo era como aceite ke freía su recia piel. pero él siempre caminaba cabizbajo sin mirar a nadie, no pensaba en el sol, pensaba en lo solo ke se encontraba. llegó a camana y bajo hasta la feria donde estaba su chingana, su túnel, su pedazo de espacio donde él vendía libros. prendió las luces, prendió la radio puso su cd de eliot smith y se sentó cansado a esperar ke el azar le haga vender algún libro. todo en la vida de X seguía siendo lo mismo.

anocheció y X volvió por sus pasos, regresó por colmena. triste y derrotado, no habia vendido nada. miró la gente caminar, los autos correr, nada tenia sentido. todo le resutó ajeno. no sabia a donde ir. regresó a kilka, conversó un rato con los vendedores ambulantes ke ponen sus plásticos y ofrecen libros en el suelo. se sentó en el piso miró la noche y se sintio tan solo. los otros hablaban, el callaba. se despidio y se fue caminando, las manos en el bolsillo del pantalón, un poco encorvado, mirando el piso, como si contara sus pasos. divisó a jovenes drogarse en la primera cuadra kilkense. siguió bajando y siempre le saludaban las personas ke otros no saludan, por considerarlas marginales. pero él entre esa gente se sentia bien. en un atajo salió denuevo a Colmena y bajo hasta la plaza dos de mayo, las putas de las eskinas lo llamaban y seducian como cantos de sirenas. subio a la combi y pegó su cara en el vidrio frio de la ventana. sentado atrás en el último asiento, maldijo su destino. ke injusta era la vida con él, ke injusta era toda la vida para los nacidos perdedores. todo era iwal. nunca nada iba a cambiar. Todo en la vida de X seguía siendo lo mismo. siempre estuvo solo y siempre lo estaría.

No hay comentarios.: